El 17 de diciembre, fecha importante para todos los cubanos, que esperan con ansias el agradecimiento a San Lázaro, -por promesas cumplidas-, pasará a la historia de Cuba como un día más que milagroso, al unirse la fe religiosa, a la alegría inmensa de todo un pueblo que ha pedido durante años, por el regreso de nuestros cinco compatriotas a suelo cubano.
Fidel, con su visión futurista, expresó en el 2001, "Volverán", y esa expresión de esperanza asumida por un pueblo que ha esperado con desvelo el regreso de sus hijos a la patría, se ha hecho realidad. Ha sido el mejor regalo de fin de año 2014.
Merecido reconocimiento, al presidente Obama, por su valentía al reconocer y expresar ante el mundo que la política de EEUU hacía Cuba, había fracasado, fue una limpieza mundial, -religiosamente hablando- ante su connotado Premio Nobel de la Paz.
Al Santo Padre Francisco, que Dios siempre lo proteja y darle gracias por mediar desde su posición, ante la vetusta e histórica necesidad del restablecimiento de las relaciones entre Cuba y EEUU.
Los milagros existen, yo creo en ellos, y este 17 de diciembre ha sido una prueba de ello.
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